El concepto ‘Metaverso’ fue ideado originalmente en 1992 por el escritor Neal Stephenson en su novela ‘Snow Crash’, como una mezcla de la realidad con una realidad ‘virtual’. ‘Meta’ proviene del griego ‘más allá’ y verso de ‘universo’, es decir, el concepto propone un universo paralelo virtual, que se podría mezclar paulatinamente con la realidad.

El mundo de los videojuegos se ha basado siempre en realidades virtuales, con personajes virtuales, normalmente denominados ‘avatares’, que son una versión virtual de nosotros.

Ahora algunos de los mayores grupos de tecnología (los denominados ‘Big Tech’), liderados por Facebook, han adoptado esta idea para crear un nuevo concepto de la realidad, que podría tener muchas aplicaciones e implicaciones. Hasta ahora, la realidad virtual ha tenido algunas aplicaciones, pero limitadas a usos específicos, como los videojuegos, la formación, probadores virtuales de ropa etc.

Pero aún no se ha producido una aplicación generalizada a gran escala de la realidad virtual. ¿Podría ahora llegar a producirse una revolución a gran escala basada en el Metaverso?

En nuestra experiencia y opinión, las grandes invenciones en el mundo de la tecnología siempre han tenido éxito a gran escala cuando han supuesto un notable avance en el día a día de las personas. Así, por ejemplo, la proliferación de los teléfonos móviles y de las redes sociales, se ha producido porque proporcionan a todos la posibilidad de hacer cosas en el día a día que antes no se podían hacer, como consultar información, comunicarte de muchas formas diferentes con amigos, compañeros, seguidores de redes sociales de forma móvil, es decir de forma permanente y en todas partes.

Por ello, nosotros creemos que el Metaverso podría llegar a convertirse en una tecnología de uso generalizado (omnipresente), pero únicamente si logra proporcionar un avance en el día a día de las personas. Por ejemplo, si pudiéramos llegar a usar algún tipo de dispositivo óptico (algún tipo de gafas), que se pudiera usar de forma habitual, y que nos proporcionara una mezcla de la realidad con aportaciones de la realidad virtual de forma conectada. Se podría denominar algo así como una ‘realidad asistida’.

En conclusión, creemos que todavía queda un largo camino por recorrer hasta que una tecnología de este tipo alcance la madurez necesaria para que se pueda llegar a adoptar de forma generalizada, y habrá que resolver varias cuestiones, como la privacidad y la seguridad, pero esto abre un nuevo mundo de posibilidades, tanto de uso como de negocio para muchos tipos de compañías, y algunas muy poderosas están trabajando activamente en ello..